¡Hola Calistenico!
El azúcar es un negocio. Un negocio enorme. Las grandes empresas que dominan en la industria de la alimentación aumentan sus beneficios gracias al azúcar. Más azúcar en sus productos supone mayores ingresos.
Sin embargo, ¿El azúcar es beneficioso o perjudicial para nuestra salud?
Diferentes estudios científicos muestran una asociación directa entre el consumo de azúcar y diabetes, independientemente de cuestiones previas como el nivel físico o la grasa corporal.
Incluso hay estudios que asocian un mayor consumo de azúcar con un incremento de la mortalidad por enfermedades del corazón.
Sin embargo, los defensores del azúcar se aferran a los estudios que muestran sujetos sometidos a dietas hipocalóricas dónde el consumo de azúcar no conlleva un aumento de peso. Obviamente es sólo un juego de números. Si necesitas 2000 kcal/día y consumes 1000 kcal en, por ejemplo, galletas y ni una sola caloría más en todo el día, evidentemente no subirás de peso. Esto, por supuesto, es sólo un ejemplo y no sería nada saludable.
¿Que opina la industria azucarera?
La industria azucarera ve amenazados sus beneficios económicos por culpa de los numerosos estudios que alertan sobre un consumo excesivo del azúcar.
Ante esta situación las grandes empresas se defienden de diversas maneras, principalmente a través de un marketing emocional agresivo asociando el azúcar con la felicidad, el placer, la ventura, el amor…
Otra de las estrategias fundamentales es la financiación de estudios independientes que ponen en entredicho la fiabilidad (y hasta la veracidad) de las investigaciones que avisan de los problemas relacionados con la ingesta de azúcares.
En conclusión: azúcar con moderación.
Un poco de azúcar no va a matarte. Es injustificado y exagerado tener miedo o aversión al azúcar. Hay que gestionar su consumo. Puedes ingerir azúcar con moderación.
Pero de ahí a considerar el azúcar como un nutriente indispensable y beneficioso para nuestra salud, especialmente cuando hablamos de la nutrición de los más pequeños, debería ser considerado un delito grave.
Dicho esto, puedes darte un capricho de vez en cuando y no pasará nada. Sólo asegúrate de no convertirlo en un hábito y sé consciente de los peligros relacionados con un consumo excesivo.